domingo, 12 de septiembre de 2010

Yuquot (Friendly Cove) - Nootka Island

Seguimos nuestra andadura por el nuevo continente, descubriendo cosas, unas buenas y otras no tanto, pero siempre dispuestos a dejarnos emocionar por el entorno. Tuvimos un par de días de "descanso", "limpio mi casita lalalalarita" o sea proveyéndonos de braguitas y calzoncillos limpios, esas cosas.. Proveyéndonos también de esas ricas cosas que nos ofrece nuestra playita y que aprovechando la marea bajar fuimos a recoger. Plato de ostras y almejas a la marinera. Rico, rico..
Y el viernes de mañanita, para la Costa oeste que nos fuimos. 250kms de carretera, en la que nos esperaba alguna que otra sorpresa. Un oso que se nos cruzó, y al que no le pudimos hacer la foto, pues se trataba de un "jumping-bear" , no veáis el salto que pegó para escapar a nuestro flash. La Casa del sol que se había trasladado de continente. Buscamos a Carol, pero no la vimos. Así que seguimos atravesando Strathcona Park y sus elks anunciados por doquier, pero solo vimos uno, el Barito y de refilón.
Hasta llegar a Gold River, que esperábamos un pueblecito de cabañas de madera, pero que era el típico pueblo american way of life, osea una urbanización enorme con una plaza en el medio, con su super-market, su restaurant y su Motel, el Gold River Chalet dónde nos aposentamos temprano, ya que nos esperaba el mejor día de nuestro viaje. La travesía a Nootka Island. Para los que no lo saben, tenemos un entrañable amigo, Arsenio Rey, que fue profesor en Alaska, que realizó una investigación, escribiendo libros sobre la presencia española en el descubrimiento de la Costa Oeste del Norte de América. En homenaje a él, al primer asentamiento español en aquella isla, y a los "first Nation" aún residentes allí, teníamos mucha ilusión en hacer el viaje. Fue en este barquito, "tintiniano" a más no poder dónde nos embarcamos. El barito disfrutó del barco y de las 3 horas de travesía cómo el viejo Lobo de mar que es. Avistamos ballenas, focas y nutrías, y llegamos, cual Cook en busca de aventuras a la isla de Nootka. Que cuando llegó Cook, los Mowachaht que ahí vivían le recibieron gritándole "Nutka ichtme, Nutka ichtme", que quiere decir "Da la vuelta.." porque había un sitio mucho mejor para atracar, pero ese no les hizo caso, atracó ahí mismo y pensó que la isla se llamaba "Nootka". Los españoles habían llegado primero, pero cómo no se habían establecido, pues quedó que quien descubrió la isla fue Cook, y se fueron. Regresaron los españoles y se establecieron ahí. Hubo tiempos de rifi-rafe entre ambos países. Discusiones por quitate de aquí que ahora me toca a mi. El negocio de las pieles de nutria, que casi acaban con la especie y se fueron. No sin antes haber construido una iglesia, claro está, y evangelizado a los pobres Mowachaht, que un día se enfadaron, con tanto trapicheo y tanto intento de engañarles. Cortaron una cuantas cabezas, y hasta hicieron prisionero a un pobre herrero inglés que pasaba por allí, al que hicieron trabajar para ellos. En fín, que seguramente el Barito o Arsenio os lo explicaría mucho mejor que yo, pero es que me quedó con lo que me impresiona, lo demás, lo elimino, y así queda la cosa.. pobre de mi.. Bueno, pues lo más interesante de la visita a la isla es que establecimos contacto con Margarita, miembro de los "first nation", que recibe a los turistas en la iglesia construida por los españoles (la original se quemó, es una reconstrucción). Han conseguido desacralizarla, y ahora les sirve de Museo. Quieren montar un centro de interpretación y una biblioteca. Se mostraron muy interesados por el hecho de que fuéramos españoles, empezamos a hablar. Les contamos de Arsenio, de su libro sobre Nootka, sobre el viaje de Malaspina, etc.. de ahí pasamos a cosas más profundas. De la emoción que nos producía encontrar a gente de la "first nation", que desde que llegué a este continente los estaba buscando. De lo emotiva que es también la visita al Museo de América en Madrid, cuando descubres el retrato del jefe "Maquina", y nos acabamos despidiendo con grandes abrazos, lágrimas en los ojos, y volved cuando queráis, estáis invitados.
Llegamos corriendo al barco, que todo hay que decirlo, en todo el día no paró de llover, se nos mojaron hasta los calzoncillos.. pero ¡QUÉ DÍA TAN BONITO!...
"Margarita", que así se llama , no Margueritte, ni Margaret, vino a despedirnos con su amiga. Chicos, tenemos que hacer algo para ayudarles en su proyecto. A ver lo que se os ocurre. Y cuando zarpaba el barco una gran ballena saltó para despedirnos, que según la cultura Mowachaht, es buena suerte y señal que tenemos que volver.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que ganas dan de dejar TODO y enrolarse ... algún día, lo se. Yo no pienso malgastar toda mi vida en MATRIX (pase y consuma).

Corbella

Tom dijo...

¡Vaya suerte toparse con un oso! Un amigo biólogo y yo estuvimos en agosto unos días en Asturias y nos conformábamos con encontrar algún rastro, como otros años (excrementos o huellas). Pero esta vez, ni eso...
Yuma y yo también tuvimos la suerte de probar las ostras en Cancale, en la Bretaña francesa, hace unos días.
Respecto a la expedición Malaspina, recuerdo una serie de televisión española hace unos años que estaba bastante bien. Quizás por internet podáis conseguirlo...
Saludos desde la España caní

Anónimo dijo...

Pues ha habido suerte :

http://www.rtve.es/mediateca/videos/20090506/expedicion-malaspina/499269.shtml

Saludos
Corbella