martes, 23 de diciembre de 2008

Los tiitos, y mousse de cocido

Los tiitos vinieron a ver la nieve, pero apenas si encontraron unos cachos de hielo que hasta no era conveniente jugar a las guerrillas con ellos, bajo riego de descalabros. Lukillas, Javi-Pitufo, la gran Irene, Lala, Lucy, Carlos y Prune nos han traido unas buenas risas y han disfrutado, con nosotros de un pequeño fin de semana en las montañas. La tiita se nos puso malita, gracias a lo cual el domingo ha tenido que renunciar a preparar los manjares que suele, y le gusta hacerlo con amor, pero no podía. Asi que entre Javi, Irene y yo nos dipusimos a hacer una mousse de arroz con cocido, que para haber sido elaborada mal siguiendo una receta de arroz al horno no estaba tan mala, eso si, se parecía al arroz al horno en la cazuela de barro, porque ni siquiera le pusimos la cabeza de ajo en el centro, adorno indispensable, y mira que nos lo había explicado veces la tiitia, !vaya inútiles¡.
La primera foto nos la han pasado Carlos Y prune, pero nosotros tenemos mas. Volved cuando querais.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Primera nieve

Pasadas las languideces del otoño, esta vez  demasiado cortito, nos han llegado las primeras
 heladas y las primeras nieves. Con todo el tejado lleno de "caramelos" que es cómo le llama "La Juaneta" (a esos hielos que se forman en las canaletas, o sea, carámbanos, para que nos entendemos, pero que a nosotros nos ha hecho gracia y ha entrado a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano. "Buf! está mañana hay que ver la de caramelos!" exclamo yo que soy la primera en asomar la nariz por estos helados contornos. Ya le hemos puesto a los cabroncitosgorrioncitos, otra vez nuestro peculiar vocabulario), que en estos momentos me están 
vigilando al otro lado de la calleja, las bolas de mantequilla con almendras y piñones, colgadas en un palo (handmade by Álvaro), para que tomen calorías y no se nos mueran de frío, un plato con salvado para "EL petirrojo", que para mí siempre es el mismo y que ya se asoma con descaro, me mira teclear y agitar el chal que siempre tengo a punto para resguardar mis delicados hombros del frescor de las madrugadas. No os creáis, la estufa sigue encendida desde que anoche el Barito le pusiera el troncazo que le toca a las noches de helor y nieve, pero en fin, hasta que no luzca, si luce, el sol invernal, a mí, los huesos se me resienten. Se me ocurren cientos de "tópicos" que contaros sobre la nieve, pero no son más que eso, tópicos, "L'hiver a mis son blanc manteau" recitaba yo, niña aplicada en la escuela.
Que los sientes muy dentro al ver el paisaje blanco, que te entra un no sé qué de nostalgia, de Noël que se va acercando, del cuento de la cerillera de Andersen, que encendía una tras otra las cerillas para calentarse y que cada vez que las encendía veía a los ricos poniéndose hasta el culo de pavo, hasta que se muere... de frío. Y yo, todas las noches de Noël, me entraba el soponcio, y me ponía a llorar, pensando en la vendedora
de cerillas, en mi madre niña, pobre y niña, pobre y huérfana, que solo recibía en su zapatito una nara
nja, y que nos lo contaba cada noche de Noël, y nosotras llorabamos con desconsuelo.
Pero bueno, aquí es otra cosa, el Barito que pone cara de niño travieso y se tira en trineo cuesta abajo, con la Sonia, los perros y yo que les hago la foto.
Y montones de nuevos proyectos para el Valle. El Cuentacuentos que empieza el 13 de Diciembre (niños, acordaros de mí), y a nosotros, o sea Majaelrayo, nos toca el 17 de Enero, y un espectáculo "para adultos", cuentos eróticos o así, ya sabéis, si os apetece venir... el cuentista , un vasco llamado JoxeMari, se queda a dormir en casa y no le dan miedo los gatos.
¡Vaya mierda de entrada que os he hecho!, no cuento nada de novedades ni de actividades extravagantes. Pero poneros en mi lugar. Son las 7hs. de la mañana. Afuera el silencio amortiguado del paisaje nevado. 6º bajo cero. La estufa ronroneante y los gatos a la par a mis pies. En una mano retazos de poesias infantiles, de navidades olvidadas que se me salen casi por los ojos, en la otra la foto del Barito con la Sonia haciendo el ganso y la imagen de opulencia que verían mis antepasados con la estufa caliente, el montón de leña apilada y el "pot-au-feu" cociendo a fuego lento en la cocina. El Ying y el Yang, el tic y el tac, el reloj que suena, el tiempo que pasa..