lunes, 13 de octubre de 2008

Trueque, tercera edición

Por tercera vez hemos conseguido juntar en la plaza a una buena banda de truequistas con sus mantas llenas de cachivaches, y con muchas risas. Hemos hecho numerosas transacciones celebradas al toque del cencerro -idea aportada por Félix- y, esta vez si, esta vez el tiempo ha estado bastante dudoso, pero afortunadamente durante la mañana ni llovió ni hacía frío, ha sido únicamente a mediodía cuando nos disponíamos a sacar los avíos para comer, que nos ha caído un buén chaparrón; sin embargo el alcalde nos ha ofrecido amablemente abrir la escuela, que la hemos llenado de hambrientos feriantes que, a su vez, hemos llenado nuestros estómagos con las pitanzas preparadas por anfitriones (Mijo, Sonia, Chechu, Yuma..) y visitantes, que no nombro porque han sido muchos los que han venido con sus tortillas, ensaladas, bizcochos..
En total ya hemos hecho tres ediciones en algo menos de un año, las tres muy celebradas -esta vez hasta nos han sacado en las teles!-, ahora los mas habituales estamos pensando en consolidar el evento, tal vez reducirlo a dos sesiones al año, pero con calendario fijo, para que sea mucho mas facil acordarse y recordarlo, se admiten opiniones.

martes, 7 de octubre de 2008

La Corta II

Después de una semana de mucho trajín mucho stress-rural, monte arriba monte abajo, el Barito con la motosierra, el Barito y yo echando leños a un montón, llenando el remolque monte arriba, vaciando el remolque monte abajo, el Barito con Chechu y el montón que crece el doble, y va y se estropea la motosierra, y viene Jano el ovejero y nos presta la suya, y cada vez el montón más alto, y nosotros con los pelos de punta, que no nos cabrá en el camión..que no podremos en un día, ni en dos, ni quizás en una semana.
Por fin el viernes por la noche llegaron refuerzos en forma de sobrinito hermanito y solidarios, otra vez el elfo saltarín que esta vez vuelve de Méjico, con la misma fuerza y alegría que la vez anterior, el Lúcas con la sonrisa puesta y los brazos llenos de energía , y un Miki con la garganta dolorida pero que nos comunica su calma, su flema británica y sus sabios consejos de recién inaugurado ingeniero de no me acuerdo qué, todo eso sin dejar de trabajar duro y carraspeando, y el Manolo que volviendo de Vietnam nos estuvo aleccionando sin parar de lo bien que se está en Vietnam , lo guapos que son los vietnamitas y lo bonitos que son los campos de arroz reflejados en estanques llenos de flores de loto, con un emperador poeta que recitaba poemas. Bueno pues gracias a ellos, en un día pudimos.
Fueron dos camiones llenados y vaciados uno tras otro.
Con algún que otro incidente, el camión que no arrancaba, el monte que parecía la Gran Vía en horas punta, o sea varios camiones, tractores, remolques, puestos en fila en medio de la pista, y tu llegas y pitas y todos que gritan hacen aspavientos, te increpan, avanzan, reculan se echan monte arriba, monte abajo, pasa el camión, pero otra vez que no arranca, y el Manolo que coge el coche del Barito y casi se estrella contra las jaras, y todos gritando, que no que un poco más a la izquierda, que más de prisa, que tuerce a la derecha, y al final todo se arregla y bajamos la leña.. y toda la leña, toneladas de troncos, desparramada por la calle
y ahora ¿qué hacemos? Nos comemos las judías con chorizo, el elfo saltarín no, que no come chorizo que come macarrones al pesto, nos tomamos el cafelito la copita de pacharán y otra vez a currar. Nos ponemos la música a todo tren y ahí va que hacemos una cadena a ritmos de son, tronco va , tronco viene, y lo apilamos bailando en el solar de al lado. después de dos horas llega el cansancio, algunos pierden el ritmo, aturullamiento a troncazos, el Tiito que se cae al suelo con la cabeza ensangrentada, el elfo que había apuntado mal, pero nada, un susto, no fue nada, un rasguño.. Son casi las 9 de la noche y terminamos, el último leño, borrachos de cansancio, las duchas, los ¡ayes!, el cuerpo dolorido, y el corderito al horno, el elfo no, que no come cordero, el elfo seitan con salsa de boletos y risas y a dormir.. Por la mañana el Barito limpia la calle , el Manolo nos pone fotos de Vietnam y se despiden, adiós, gracias , muchas gracias, volved cuando queráis..
Ahora el Barito y yo miramos hacia el solar de a lado y nos parece mentira, otra vez, sin vosotros no hubiesemos podido.