martes, 18 de mayo de 2010

¡Nos hemos comprado un casillo!...

En el mejor sitio del pueblo. "La fuente del Caño". ¿Para qué? pensarán muchos, extrañados. Pues lo más extraño es que ni nosotros lo sabemos. Nos entró por lo ojos, nos encaprichamos, llegamos a un precio razonable y ..¡hala! al notario a por las escrituras. Seguramente, lo más sensato será hacer un apartamentito "rural" para alquilar. Mientras tanto, llenarlo de artesanías para venderselas a la "ballenería local" (leánse domingueros de por aquí), o sea madrileños de fin de semana. Estamos abiertos a cualquier sugerencia.

Aparte de este alarde capitalista, seguimos con actividades varias, benévolas y amenas casi todas. El sábado pasado, el último "Cuenta-Cuentos" del Valle. Con "Recuento" y en El Espinar. Lo más reseñable , la esmerada organización de los (algunos) vecinos del Espinar. La entrega de Pepe y las "Chicas del Ocejón" (Madames Catastrophe), de Pili y de Raquel. Demostrando una vez más que no hacen falta grandes medios cuando se tiene ilusión por hacer algo. Y es que el centro social del Espinar está sin terminar, sin luz, sin baños, y sin calefacción.. pero limpio como una patena, con una estufa de gas a todo tren y el calor humano del público, la gentileza de Philiberto, pues estupendo ( sobre todo la merienda, muy cuidada..). Tan a gusto nos sentíamos, y seguramente un poco amechados, que nos atrevimos a una demostración de Tai-chi: Alicia, Pili la ovejera, Enrique y yo. Hicimos el ridículo , dijo la mama de las " Mmes.Catastrophe" y razón no le faltó, pues el vídeo amorosamente tomado por el Barito, y consultado a posteriori, mostró que no hubo ni un solo gesto coordinado dentro de nuestros archi-sabidos 24 primeros pasos. Así que se le perdona a "Mama Catastrophe" su ácida apreciación.

El domingo, primer día de sol primaveral, después de la enésima ola de frío polar que nos acaba de castigar a mediados de mayo, nos fuimos de "pique-nique". A la Dehesa, dónde la tarde dio para mucho: dormir siesta, volar avioncitos, gran paseo por el río y sus "pommiers en fleurs", todo eso confraternizando con nuestros amigos caninos ( me refiero a los perros, no a Enrique, claro..). Encontramos a una hormiga reina, y toda la pradera llena de "boutons d'or", "paquerettes" y "coucous", que no os muestro, pese a que el Barito encontró la forma de hacerles fotos en primer plano, para que no se le ocurra a nadie castigarme con nombres científicos. Que me dejen a mis recuerdos infantiles de praderas alpinas, mucho más sugestivos y poéticos para mi. ¡Ea!

martes, 4 de mayo de 2010

Cabo de Gata

Ahí que nos fuimos, el jueves por la tarde, 700 kms. sin parar. Llegamos a las 9hs.1/2 de la noche, pero bien. Agua Amarga nos esperaba, tranquila, con la sonrisa puesta. El apartamentito austero. En una calle encalada, bouganvillada. Calle de pueblo-pueblo, a 5mns. de la playa. A eso íbamos. A recorrer playas, calitas recordadas y otras por recordar. La mañana nos encontró con muchas ganas de volver a nuestros viejos santuarios, allá por San José: playa de los Genoveses, el Monsul, el Baronal. Ya han asfaltado la pista que va de Agua Amarga a Fernan-Perez, que recordábamos muy inhóspita, con mucho"plástico furtivo", y que nos sorprendió libre de "plásticos", con un paisaje sobrecogedor. El parque estaba precioso, después de un invierno de lluvias intensas, plagado de flores y hierba verde.
Llegamos a la pista del Monsul, que no sé quien nos había contado horrores, que si la habían asfaltado, que si habían construido bares, (la gente se inventa cada cosa..), pero estaba igual que la recodábamos, polvorienta y asombrosa. La recorrimos hasta arriba, hasta la Cala del Carbón, a la que no bajamos pues la vimos llena de "cailloux" y preferimos aposentarnos en la de la "Media Luna", mucho más amable. Ahí nos quedamos hasta bien entrada la tarde. El agua estaba "vigorizante", hubo varios baños, y el primer sol del año, que mis tetas desparramadas acogieron con inequivocables señales de alergia. Siempre me sorprende atacándome dónde menos me lo espero y en sitios distintos. Este año han sido las tetas y los pies..¡vayáse a saber porqué! Martín, nuestro psicologo valenciano, me decía que eso dependía de mis estados de animo ¿será que tengo el animo en los pies? o sea muy bajo.. pero lo de las tetas, no me lo explico. Al Barito este año también le ha atacado.. en los tobillos, que los tiene hinchaditos.
Pero veníamos a hablar del Cabo de Gata y no de nuestros estados de salud, mental o física.(Fotos: Playa de los Genoveses y aparcamiento Cala Carbón)

A partir de ese primer día, decidimos recorrer a pie, hasta dónde podíamos, las diversas calas que no conocíamos. De Agua Amarga a Las Negras. Son 12 kms de pista, con un paisaje de espectacular belleza. Por sus acantilados cuando discurre cerca del mar, por sus "oasis" de inesperado verdor, cuando se pierde tierra adentro. No hicimos el recorrido entero, nos queda como asignatura pendiente para la próxima visita. Nos fuimos un día hasta la Cala del Medio en una primera etapa. Día de sol, baños, y bocata de esos sabrosos que hace el Barito. Comidos a la sombra de una roca, con una cervecita helada, gracias al envoltorio de "foulards" que había ingeniado a modo de "termo".(Foto:Cala del Medio)
Al día siguiente nos fuimos en coche hasta la Cala del Plomo ( la que más me gustó). Muchas furgonetas instaladas, con gente respetuosa con su entorno, y un viejo "hippie" de barba larga que paseaba su arrugada desnudez por la playa. La idea era seguir andando hasta la Cala de San Pedro. Pero no encontramos el camino , y nadie nos supo indicar. Así que fuimos motorizados hasta las Negras, y de ahí, una hora de pista preciosa hasta la Cala de San Pedro. Mucho "hippie" joven vendiendo pulseritas a la sombra de un castillo moro semi derruido. Nos dio tiempo para un chapuzón, y vuelta con el sol ya declinando. Este paisaje siempre nos ha hechizado. Parece un canto a la vida. Sorprende en esta desgarradora tierra desnuda, en la que se retuercen las emociones, la vida que surge dónde menos se espera. Una pita azotada por el viento resistiendo en medio de la arena. Una flor morada asida a la rocalla. Y en la tibieza de este abril tardío, el rojo de las amapolas, todo salpicado de variedad cromática frente a la negrura de la roca volcánica.(Fotos: Cala del Plomo y Camino de vuelta de la de San Pedro)
Al día siguiente, camino de Majaelrayo, dónde nos esperaba un viento helador y algo de nieve esta mañana. La estufa en marcha. Los bañadores lavados y colgados arriba. A la espera de la próxima escapada. ¿Nos habremos cargado de suficiente energía solar para aguantarlo?