Fue el sábado pasado, uno de los más exitosos Mercadillos en Majaelrayo. La noche anterior , hicimos las "judías a la luz de la luna", como viene siendo tradición.
El día amaneció fresquito, lo que no desanimó a los seguidores de siempre . Vuelven creciditos y multiplicados. Entrañables Elena, Salva, Alay y Natela.
Natela y sus cambios
"intangibles". Esta vez el privilegio de poder ver un grabado, obra de un amigo suyo. A todas nos daba pavor, pero que insistía:" a la larga, se transforma y te deja sensación de paz.."Otros vienen con entusiasmo por primera vez. Como Éster, feliz por llevarse un botijo.
Luego la comida.
Luego percusión
y guitarra en buena compañía.Luego el té final en nuestra casa.
Y las valoraciones.
Hay que seguir, pero hay que mejorar. Mejorar los puestos y el planteamiento. Intentar hacer del mercadillo un verdadero centro de "intercambio de cosas útiles".
Por un lado hay ciertos "compradores compulsivos", gente que no se resiste a comprar todas las nuevas chuminaditas que salen al mercado, para luego deshacerse de las que en realidad no le sirven de nada en el Mercadillo, e intentar llevarse "las gangas".
Por otro lado, hay gente que realmente ofrecen puestos desastrosos, con cosas rotas o que no funcionan.
¿Porque se cree que el "trueque" sirve únicamente para "deshacerse" de lo que a uno le sobra?
Realmente ¿no se podría hacer con un planteamiento más generoso?
Tenemos que ir pensando en hacer algo nuevo (brainstroming en marcha..)
