miércoles, 23 de julio de 2008

Un poco de todo

Con tanto comentario-basura como nos han puesto hoy, no apetece mucho colgar ninguno, así que, voy a hacer yo una entrada. Qué más podría contar yo que el Barito no os haya contado? Ah si! decirle a Paco Abismo que no se preocupe por los gatos, primero que a ellos les encanta comer comida de perros, luego que entre Hannie y nosotros medió una larga conversación en la que decidimos mutuamente que lo mejor era dejar de darnos instrucciones respecto en dónde se encuentran las cosas en cada casa. O sea que establecimos una especie de juego de '"adivina dónde está"que cómo dice Hannie con humor, con un poco de sentido común, seguro que lo encuentras. Además casi todos guardamos las cosas en los mismos sitios. Buscas las cucharitas para el café por ejemplo, y giras los ojos hacia dónde tú las hubieras puesto, y ahí están... igual que nosotros, en una jarrita, todas colocaditas.. Bueno, tengo que reconocer que algo me ha fallado, y es el botiquín. que la gata Raya es super-mona, que Alvarito que es muy listo encontró enseguida dónde tenía la comida, que nos quiere un montón. Mucho run-run, mucho "need caress"pero que que no se sabe ni porqué ni cuando , a veces la Raya se nos raya y se pilla unos mosqueos que para qué, y la emprende a aranazos y mordiscos, que me tiene las manos fritas de tanto ataque a traición. Busqué el botiquín para aplicarme las primeras curas de urgencia y tenerme los aranazos debidamente desinfectados, pero ha fallado mi intuición. Hannie y yo tenemos feeling en muchas cosas, pero no en eso de las curas. Busque en los banos, en los diversos excusados, en la cocina y en la despensa. Seguro que habré estado más de una vez "caliente-caliente"pero no he dado con ello. El Alvarito me ha aplicado varias dosis de "Pour Monsieur"de Channel antes de que se me gangrenen las extremidades, y de que hoy nos vayamos en busca de la primera Apotheque que encontremos dónde aprovisionarnos de algodones, gasitas, betadines y lo que haga falta. Por cierto que hoy nos volvemos al Rijsk, que amenaza lluvia y nos apetece. Era algo (lo del Rijsk) que nos guardábamos como algo bueno que sabíamos que estaba aquí y que cualquier día lo podíamos disfrutar, no sé si me entendéis. Es cómo un bombón , el último de la caja que te lo guardas, haces cómo que lo ignoras, pero sabes que está ahí, y retrasas el momento de saborearlo, aunque te lo imaginas muchas veces. La última vez que estuvimos, entre flamenco y flamenco, emoción tras emoción, nos dormimos en el Rijsk una maravillosa siesta en un mullido sillón, bajo la mirada enternecida del guardia de turno, y nos comimos una deliciosa ensalada en la cafeteria. Iremos andando, porque os reconozco que he aparcado la bici. Después de varias vueltas en el Vondelpark, ensayando diversos tipos de frenados bajo la tierna vivilancia y los constantes consejos del Barito, probé el frenado por la cara, que os explicaré de viva voz lo que es cunado nos veamos, y ya decidimos dejarlo para mejor ocasión (Don't worry, Hannie, the bike is Ok, no hospital, no bones broken, no injuries..).

Os adjuntaré alguna fotito? Pues si, la que a mí me apetece. Este no es Raya, es un desconocido con quien trabé conversación por la calle.

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