domingo, 20 de julio de 2008

Tras los pasos de Vermeer..




.. el sábado hemos ido a Delft, ciudad en la que vivio largo tiempo el genio de la luz, y tambien la que acogió, y donde murio, Guillermo de Orange, considerado Padre de la Patria por si contribución al fin del sometimiento de Felipe II. Aqui también el Siglo de Oro Holandes con su riqueza generó grandes artistas, por cierto que el autor del cuadro que ayer subia al blog en la entrada del Rijkmuseum, Jan Steen, también andaba por Delft, vamos que era colega de Vermeer.

Y, aunque nosotros la sabíamos de antemano porque nos hemos leido el manual de Holanda, debemos advertir que en Delft no hay ni un solo cuadro (creo que tampoco hizo muchos) de Vermeer. Eso si, el centro histórico de la ciudad debe parecerse bastante, al menos en us configuración, sus callejas, sus canales.. a lo que debía ser en su tiempo.

Y si no hemos visto cuadros de Vermeer en Delft (que ayer en el Rijkmuseum si), si hemos curioseado por su mercadillo autenticamente de cachivaches, antiguedades y curiosidades, y entre todo eso algunas muestras menores de la famosa porcelana de Delft que sirvió -y seguramente sirve- en las mejores mesas.

1 comentario:

Mijo dijo...

No tengo mucho que añadir a lo que dice Álvarito, todo es cómo lo retrata y visto por el mismo cristal que lo pinta.. Os hablaré del tiempo, que no es muy bueno y al que hacemos buena cara. Vamos, que nos vamos con nuestros paraguas que no son nuestros sino de Hannie y Marcel pero que tenemos permiso para utilizarlos a todas partes. Tenemos el modelo plegable, que nunca se abre a la primera, y que se dobla cuando sopla viento, para las excursiones. Práctico, pues cabe en el bolso. Un bolso enorme que nos turnamos el Barito y yo. Tenemos el modelo XXL que es para las ocasiones sentadas y viajes en tranvia, léanse concierto de organo, danza en el Vondel o así.En Delft nos cayeron sus buenas tormentas, pero entre trueno y rayo que es así como entre col y lechuga, pudimos callejear o mejor dicho canalear, un precioso "crocanti"que es cómo llamamos a los brocantes o sea mercaditos de cachivaches. Comimos nuesros brodges met beer en un bonito cafetín, que por cierto no estamos nada satisfechos con nuestros progresos en la lengua vernacula cómo dirían los de patrimonio. Aquí, cómo todos hablan inglés, no hacemos el esfuerzo necesario , dixit Álvarito. Nos limitamos a pedir la comida y Dankwel, Dankwel, hasta la próxima. Ayer noche en el Vondel que daban una de cabaret con un tipo muy simpático (debía ser, que el público se reía mucho) se cantaron varias canciones a coro todos junto, y el Barito se las cantó enteras. Pegaba el oído al de a lado y repetía. En la última canción se atrevió a subir el tono y sonaba muy bien. A mí me daba vergüenza, pero tiene razón, hoy me aplico y ni una palabra en inglés, todo en vernaculo. Acaba de venir la Rayita a decirme buenos días, que es la señal oara que baje a preparar el desayno. Raya es muy guapa, muy buena,mucho runrun y mucho "need caress", pero a veces se pilla unos mosqueos que no veas sin venir a cuento, se raya la raya y la emprende a arañazos y mordiscos. Vamos que tengo la mano hecha un cristo. Por cierto, Club Abismo, que no te preocupes por los gatos, que les encantan la comida de perros. Y que entre Hannie y nosotros ideamos un juego divertido que era no darnos muchas instrucciones de dónde se encuentran las cosas:"Utiliza tu ingenio, intuición y sentido común". Casi todos guardamos las cosas en los mismos sitios. Y funciona... Buscas , por ej., las cucharitas para el café? Giras un poco la cabeza, y ahí están, todas colocaditas en una jarrita, igual que en tu casa. Sólo me ha fallado una cosa, y esa es el botiquín. Lo digo porque cuando se me rayó la Raya , estuve buscando desesperadamaente un botiquín. Debí estar muchas veces "caliente-caliente", pero no lo encontré.El Barito tuvo la genial idea de rociame las heridas con "Opium pour hommes"para evitar la gangrena, antes de que acudamos a la apoteheke más próxima a parovisionarnos de desinfectantes y gasitas. O sea que Hannie y yo tenemos feeling para muchas cosas, pero no para lo de las primeras curas. Os dejo que nos vamos a por nuestro primer coffie antes de echarnos a la calle, mejor dicho al canal, a canalear un crocanti muy interesante que ponen los domingos en el Damplein.