martes, 24 de julio de 2007

Viena, palacios y tabernas

Como prometido, tomamos el tren (no vale la pena complicarse con la navegación y el aparcamiento en la ciudad), y desembarcamos en Wien-Sudbahnhof, que esta a tiro de piedra del palacio Belvedere, que en realidad son dos, el alto y el bajo, con animo de visitar lo mejor de la pintura vienesa, una buena selección de Gustav Klimt, varias obras de Van Gogh, de Rodin, de Renoir, Monet, Manet, Delacroix y otros cuyos nombres me suenan mucho pero que confieso no conocer tanto su obra, ni mucho menos, aunque lo suficiente como para saber que, en general, me emocionan. Los edificios, tan exagerados como los que abundan en esta ciudad imperial; esto eran (unas de las) casitas del Eugenio de Saboya, que según la historia fue un gran militar que libero Austria de los turcos, pero yo no me lo creo. Quiero decir que el Eugenio puede que fuera un gran estratega, pero, hay que joderse, el solito no lo haría, no?.
Ah, muy importante, hoy ha llovido, practicamente todo el día, y ha hecho cierto fresquito, pero acabo de consultar las weberias del INM y de su equivalente austriaco y compruebo que aqui sigue haciendo mas calor que alli.
También hemos visitado el museo de la historia de la ciudad de Viena, en el que, aparte de la obra permanente, ahora hay una exposición sobre "la taberna vienesa" a lo largo de la historia, que no tiene desperdicio dada la sobreabundancia de risas, alcohol y canciones que representa. Creo que un día hay que venir a Viena solo para ir a las tabernas, o mejor dicho muchos días.

3 comentarios:

Mijo dijo...

No nos podíamos ir de aquí sin ver algo de Klimt. Lo esperaba con tanta emoción que se me saltan las lagrimas cuando , al final de la visita del Belvedere, por fin lo vislumbramos en la última sala. La misma emoción que la primera vez que abrí un libro de pintura y me encontré con Klimt. Andaría yo por los catorce, y fue una revelación. Más aún, cuando más tarde me dí cuenta que casi todos los de mi generación llevaban algún poster en sus casas. Y es que , para mí, me parecía que Klimt reflejaba exactamente todos mis sentimientos, mi concepción de la vida..todo. Claro que esto ya se ma ha pasado,pero las emociones perduran en la piel, que se te eriza igual frente a ciertas cosas. Lo mismo que frente al cuadro de los "coquelicots" de Monet, una vez en el Musée d´Orsay, en Paris, que me quedé embelesada, erizada, y sin poder moverme del sitio.
Bueno pues hoy ha llegado el fresquito , y como estaba tecleando ahora mismo que ha pasado el backerei con su camioneta, pues se ha ido el Barito a entenderse con él. Y va, y hoy nos han mandado una backerina.. y el Barito ha vuelto diciendo que es muy sosa, o sea que no le debe haber sonreido lo suficiente, me parece a mí. Habréis apreciado la foto que le hice al Barito abrazado por una esfinge..Es tremendamente hortera ( la foto) pero por lo menos no la agarra de una teta como todos los garrulos que se la estaban haciendo ( la foto). Yo quise hacer algo tierno, el Barito abrazado por la belleza callada, como en el poema de Baudelaire ( je suis belle , ö mortel, comme un rève de pierre...)
En fin, liebes freunds, que la Austria de los palacios nos toca la fibra romántica.
BESOS
MAMA-MIJO

Paco Cuesta dijo...

Lo que se aprende de historia y de pintura leyendo este Blog.
De todas formas, lo que mas me gusta (y vosotros me conocéis) es eso de las tabernas (os acordáis, como La Garduña). Pues eso que hay que ir a Viena a tomarla. Un momento… A qué precio se pagan las caÑas en ese país. Y lo mas importante ¿ponen aperitivos como los de La Garduña? Si no, NO VOY.
MaÑana no voy a poder seguiros, pues me toca revisión del coche en Guada y pasado me marcho para Cantabria, que estoy que no paro.
Así que cuando vuelva voy a tener mucho que aprender de este Blog, besos, besos y mas besos a los dos.
P.D. La perrita sigue encantadora.

Alvaro Pardo dijo...

Paco, y simpatizantes, lamento decirte que en las tabernas de por aqui no te dan "tapa" incluida en el precio. Las canas son mas bien canones, porque una kleiner (pequena) es ya de tercio, y la pena suele tomarse de la "grossen" p´arriba, que ya es de media litrona. La kleiner viene a costar dos neuros, a veces unocincuen, a veces mas, pero esta riquisima y hay tres millones de marcas distintas. Y en la mayor parte de los bares, tabernas, cafes etc. se puede comer, pagando, de grossen saladen con de todo, o de grossen broten (bocats) con de todo tambien a precios bastante dignos. O sea, que no es lo mismo que La Garduna (aupa!!), pero no esta nada mal tampoco.