sábado, 23 de enero de 2010

unas agüitas en Trillo

Después de varias semanas de frío intenso nos hacemos una escapadita para ponernos en remojo, no en el mar cálido, que por esta época nos pilla bastante a trasmano, pero en las piscinas calientes, saunas humeda y seca de un balneario. En Trillo, donde lo de tomar las aguas es del tiempo de Carlos III, mientras que lo de la nuclear es un poco mas reciente, se inauguraba en 1987. Quiero creerme que hacernos unos largos aqui no sera mas perjudicial que vivir de modo permanente a menos de cien kilometros.
Esta tarde hemos ido a cenar a Cifuentes, un pueblo francamente bonito y con algún que otro nombre de calle pelin peculiar; pido disculpas desde aqui a los cifontinos y cifontinas por colgar esta foto, pues deben estar hasta las pelotas con el cachondeito de su calle, pero no me negareis que es memorable. En todo caso, repito, bonita ciudad la de Cifuentes, y buena cena nos han ofrecido en la Casa de los Gallos.

1 comentario:

Tom dijo...

No me quiero imaginar a ese cristo desnudo, je, je...
Ya os llevaré algún obsequio gastronómico como trueque por el bote de mermelada de naranja. Estoy deseando probarla.
Por cierto: lo que comentas de vivir a 100 kms de la central nuclear de Trillo me recuerda una de esas escenas de la película "Agárralo como puedas, 2 y 1/2", en que sale un matrimonio en su casa acariciando a su perro, hablando de las bondades de vivir cerca de una central nuclear, y se ve al perro que menea contento... ¡sus dos rabos!, ja, ja...
Besos