martes, 27 de octubre de 2009

TRUECREVILLENTE

Fin de semana en las Casas de Colores donde Félix Albo, Ángeles y Pau.
Hace ya un par de años que habíamos prometido acudir al Mercadillo de Trueque que por esta fechas organizan allí, y esta vez hemos cumplido. Largo viaje porque primero la Coba nos hizo la trastada de escaparse cuando íbamos a s
alir (esta ‘alta’), después porque mas allá de Albacete hacía un calor que te pasas, y al final porque nos costó un poquillo encontrar el lugar. Pero valió la pena, sin duda. Allí estaban ELLOS con los brazos abiertos, y hasta la hora de volvernos a casa no han dejado un momento de querernos y cuidarnos.

El mismo sábado por la noche, en el bar Octubre de Elche, tuvimos el privilegio de disfrutar de una narración nueva de Felix llena de sorpresas, humor y tensión. El local hasta las patas, decenas de personas presenciando el espectáculo desde la calle, a través de las lunas del escaparate. Muchas risas, muchas cañas, y mucha gente encantadora.

El domingo el Mercadillo de Trueque, precedido de almuerzo popular y un juego de transición p’a descojonarte de la risa, ahí tienes una pandilla de entusiastas cada uno con un rabito de papel de periódico en el culo, corriendo detrás de otra pandilla para intentar arrancar a cada uno el rabito de papel de periódico que todos ellos también llevan en el culo. Muchos acuerdos entre los truequistas, nosotros conseguimos deshacernos de casi todo lo que habíamos llevado y nos sobraba, y a cambio hacernos con algunas cosillas que nos van a venir la mar de bien. Después de comer todos juntos y una larga sobremesa lo dejamos todo recogidito y cada uno p’a su casa, menos nosotros, que seguimos de charleta con nuestros anfitriones hasta la noche, cuando ya no podíamos mas rendidos de cansancio después de tanta fiesta.

Ha sido un fin de semana estupendo, para repetirlo.

1 comentario:

Tom dijo...

¡Pero qué bien os lo montáis! Nosotros estuvimos en Valverde de los Arroyos comprando castañas, manzanas, peras y miel, aunque también había lugareños vendiendo judías, calabazas, pepinos...
Después nos dimos un "homenaje" en Almiruete, en una casa rural que tiene un restaurante con productos típicos de la zona. Yo me metí entre pecho y espalda un entrecot de choto de Cantalojas riquísimo y supertierno...
Saludos y besos