martes, 14 de julio de 2009

La casa, el pueblo

Esto es Lillestrand, o sea la playa pequeña, a cinco minutos de casa. A pesar de las recomendaciones de nuestros amigos no hemos llegado a nadar aquí, porque el agua es tan transparente que... se ven demasiado las medusas; cuando cruzamos el puente para ir a Sydstrand es impresionante la corriente de marea entrando a saliendo del fiordo acarreando millares de medusas. El caso es que la gente bañándose parece no temerles, y de hecho yo un día he tocado involuntariamente una y no he notado la menor molestias, o sea que estas medusas deben ser inofensivas.

En nuestra terraza nos hacemos las cenas, porque por la mañana hace demasiado sol y calor, sin embargo al atardecer se esta estupendamente. Además como en nuestro intercambio nos hemos declarado ‘non smokers’ pues lo cierto es que si fumamos, pero por respeto lo hacemos únicamente aquí fuera o en la calle, o bien en el bar, claro: en todos los establecimientos públicos daneses está prohibido fumar, excepto en los bares en los que se sirven bebidas alcohólicas, ¡bien! (al menos para los viciosos).

Con todo y con eso en la calle lo hacemos con cuidado, lo de las colillas, porque como puede apreciarse en las calles casi se podría comer en el suelo, y eso que tenemos la sospecha de que los daneses no son ‘mas limpios porque menos se ensucian’, sino que ‘mas se lavan’.

2 comentarios:

Mijo dijo...

¡Ay, lillestrand! se me han quedado las ganas de irme a bañar allí, a mi no me dan miedo los jellyfish, los encuentro super bonitos y ¡evidentemente que no picaban, merluzos! sino ya nos habría avisado Joost. Pero se me perdió la ocasión..por tonta, tenía que haber ido yo sola de buena mañanita mientras dormitaba y roncaba la casa.

Tom dijo...

Este año hay invasión de medusas en el Cantábrico; parece que también en este caso el calentamiento climático hace de las suyas...
Menos mal que empezamos a quitarnos el complejo de guarros: los hay por todas partes. Efecto de la globalización, je, je...