sábado, 11 de julio de 2009

Jazz, en Copenhage

Excursión de dos días a la capital, que además está de Festival de Jazz, o sea que ambientazo por las calles. Casi en cada placita, a la vera de las iglesias, desfilando por las calles y en muchos de los cafés y cafetines, músicos de todos los pelajes celebrando la gran música. Uno de nuestros encuentros era de un trío de jovencitos eclécticos, que a ratos nos hacían unas estridencias francamente raras, a ratos bluses mas convencionales e incluso, no se si porque son de la secta o porque esta les esponsoriza, terminaban acompañando a una especie de predicadora recitando unos salmos y despues, una rubia con un gospel dedicado a la santisima trinidad al que solo le falto el 'todos juntos!'.. y ponernos a todo el publico a cantar que 'three is a magic number..' .Naturalmente, como todos aquellos que vienen por primera vez a esta ciudad, ha habido que ir a saludar a la Sirenita, que como todo el mundo sabe no tiene nada de particular pero que como no todo el mundo sabe tiene un encantador paseo para llegar hasta ella. Asimismo también, nos hemos dado una vueltita por Tivoli, como está mandado, el mas antiguo parque de atracciones de Europa (del mundo?), que está actualmente en el corazón de la ciudad y, claro, se ha quedado tan pequeño que ahora está todo su contenido apretado, apelotonado y con sus diversas atracciones amontonadas unas sobre otras. Después de cenar otra vez Jazz, esta vez en uno de los locales de tradición, La Fontaine (que no es el Kirke, pero lo parece porque eso pone en la fachada que comparte con la tienda de abajo, que asi se llama). Negociamiento con el portero para que nos deje entrar porque está 'pretty full now', y tras un rato de espera, entre el segundo y el tercer pase nos invita a pasar porque 'nos ha buscado sitio'. Petao, pero petao petao, oimos, pues apenas vemos en un local que no tendra ni cien metros cuadrados incluida barra, escenario, trastienda y vateres, a un cuarteto de cuyo nombre no me acuerdo (o nunca supe?) formado por un saxo, un trombon de varas, un teclista modelo hammond y un batería. Muy buenos, y una tuborg de barril excelente a precios muy contenidos.

1 comentario:

Mijo dijo...

Bueno, a la vuelta de Copenhague, como ahí seguía lloviendo y no apetecía mucho pasearnos la ciudad a la intemperie, hicimos parada, obligatoria por cierto ya que dejamos el coche en el parking , gratis con el billete de tren, en Roskilde. Roskilde, antigua capital del reino, con una iglesia patrimonio de la Unesco en la que están enterrados todos los reyes de Dinamarca. O sea "El Escorial" en plan danés. Después de ver cientos de tumbas a toda leche, nos cerraban a las 5hs. y solo teníamos 1/2 hora para la visita, nos fuimos callejeando por el pueblo, precioso por cierto, con sus casitas , jardincitos,etc... Y fue cuando me sonó el teléfono. Era mi hijo Sergi, azorado él, que no sabía muy bien cómo darme la noticia. Chicos, !voy a ser abuela!.. Lagrimita de emoción de rigor y sentada en una terraza de la plaza para festejarlo. Todavía estoy bajo el efecto de la emoción , sin atreverme mucho en pensarlo. Ya tengo ocupación par este invierno, tejiendo la canastilla.
BESOS
MIJO