El Paco Tortosa, uno de nuestros mas entrañables invitados a la última edición del Certamen de Cine de viajes del Ocejón, nos ha propuesto que vayamos al lugar donde vive desde hace veinte años, Villa Antonieta, en Carcaixent (Valencia), un proyecto vivo de reconciliación con la libertad y la naturaleza que sigue creciendo, tantos años después. Aquí nos han acogido con familiaridad, como si fuéramos de los suyos, Paco y sus compinches, el Chapi, la Dolors, el Vicent, la Cristina y varios mas cuyos nombres no he sido capaz de retener (pido disculpas). Ya no se que se celebraba, tal vez solo que nosotros andábamos por Valencia y lo de que el Pisuerga pasa por Valladolid, pero me parece que esta familia no necesita muchas excusas.
Con un sol primaveral y en camiseta nos hemos comido una fideuá que ha preparado el Chapi mientras los demás nos hemos presentado y tomado el vermú. Cristina y Dolors han puesto una ensalada deliciosa y un bizcocho de carabassa con crema catalana de postre; me he pasado comiendo, es que me he picao con el Vicent, que nos hemos desafiado mutuamente a repetir y repetir.
Me temo que nos hemos perdido la larga sobremesa y seguramente mas que todavía desconocemos, pero hemos tenido que regresar a Valencia mas o menos pronto; claro que esto no puede acabar así, habrá que volver, con menos prisa, aunque sea sin fideuá.
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