viernes, 8 de octubre de 2010

Ya estamos de vuelta (1ª parte)

Ya estamos de vuelta. El viaje ha sido muy interesante. Emocionante a veces, decepcionante otras, pero nada nos ha dejado indiferentes. Revisando las fotos, intento transmitir emociones recibidas, que es lo que queda después de depurar recuerdos, instantes reflejados en una cámara.

Pasaré el cansancio del largo viaje, los múltiples controles de identidad, la pretendida “seguridad” de los aeropuertos Nuestro azaroso recorrido por Nanoose Bay.
Nuestro desconcierto al encontrar una casa que no esperábamos así, con evidentes señales de descuido por todas partes, y el tirarnos a la cama sin querer pensar en más hasta el día siguiente.
Amaneció y nos topamos con esta preciosa vista, olor a mar, ruido de marea bajando o subiendo,gritos de gaviotas, y playita. Profusión de ostras y estrellas moradas.

Luego fuimos a conocer Nanaimo, que no existía más que en nuestra imaginación. Solo encontramos este puerto, muy digno, con barcos, aviones, y un “fish&chips” auténtico, con cantante de “country” amenizando.

Encuentro fortuito con los deers, nada asustadizos, pero manteniendo las distancias
Nuestro primer paseo por los alrededores. Decepción al ver que no se podía llegar a la costa-costa. Todo privado, no trespassing, private property. Hasta que encontramos Beachcomber, un diminuto parquecito natural mantenido por los vecinos, a unos 20 mns. andando de casa, con breathtaking sunsets, y una semanas más tarde, la llegada de leones marinos que no veíamos, pero si oíamos. Se convirtió en nuestro atardecer preferido, con cervecita y cigarrillo a escondidas.

lY los cables.. fijaos que lío de cables, por todas partes, las carreteras, las casas. ¡Y nosotros aquí, exigiendo eenterramiento de los cables!..

El descubrimiento de Ladysmith y Chemainus, con interesantes pistas sobre el pasado de estas tierras y el principio de la búsqueda de sus orígenes.

Los gigantescos "douglas-fir"de Cathedral Drove.

Cena con Mark y Geli, hablando de Arsenio, de los conquistadores españoles que dejaron sus nombres por toda la isla, y una intrépida aventura por las tierras de Nootka.

Un oso que se nos cruzó por la carretera. Nuestro encuentro con Margarita, Much’alat de la isla de Nootka, conversación y entendimiento. Una ballena, la única que veríamos en todo el viaje, que salió a despedirnos.

El mapache que cruzó la terraza, pero no se dejó fotografiar.

Los leones marinos del faro de Ucluelet, en la costa oeste pacífica. Las leyendas de su tribu, maravillosamente contadas por Roy Henry Vickers en Tofino. El salmón ahumado que nos die

ron a probar en una galería de arte.


El Raven, pájaro mítico de los first nations, que los hay a miles por doquier, y con el que intenté comunicarme.

Victoria, una ciudad sorprendente dentro del aparente orden tan americano de esa parte de Canadá. Contradictoria, por sus edificios victorianos, su acento tan British, conviviendo con toda suerte de homeless y colgados. Noche mugrienta en un albergue de mochileros. Entusiasmo en el Museo, por la hermosa colección de arte nativo, y las excelentes explicaciones sobre el progresivo declive de los first nations.


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1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy admirado de las catidad de cosas que visteis en tan solamente un mes. Llevo yo aqui 40 años y algunas cosas no las he visto ni he hecho como dar de comer de la mano a un ciervo como se ve que lo hace Alvaro.
Mijo, la pintura esa de las caras de distintos nativos la pinto Juan un vasco español que vive i vivia (no se, si ya murio) en Vancouver. La pinto para la Expo86
y ahora la oficina de Informacion y Turismo se la apropiado. Pues refleja bien la fisonomia de todos los nativos, incluso los esquimales de alla de la zona frigida.
Nosotros tambien estamos ya de vuelta a Nanaimo. Aqui puedes darte una vuelta por la costa abajo.

http://picasaweb.google.com/mafernster/CruceroDeVancouverASanDiego#