domingo, 10 de julio de 2016

Homenaje a Cernuda IV y fin del viaje por Asturias

Con el mar en calma, volviste a mis brazos




De noche el viento, llamó a la puerta
Loco de furia.
Cerraste los ojos,
Y nos dormimos llorando.

Yo fui.
Columna ardiente, luna de primavera.
Mar dorado, ojos grandes.

Busqué lo que pensaba;
pensé, como al amanecer en sueño lánguido,
lo que pinta el deseo en días adolescentes.
Canté, subí,
fui luz un día
arrastrado en la llama.

Como un golpe de viento
que deshace la sombra,
caí en lo negro,
en el mundo insaciable.

He sido.

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