Viaje de un sombrero en tren

Nos vamos a Barcelona, a la boda de Isaac y Pablo.
En tren.
Con este sombrero.

Metido en esta caja,
que sirve para llevar sombreros,
o sea una sombrerera,
que la ha confeccionado el Barito,
hasta altas horas de la madrugada.
Hasta ahí, todo más o menos normal. Pero , resulta que nos tenemos que dejar a Cobita. El hogar de las amigas a las que íbamos a encomendar la delicada tarea de custodiar a nuestra asustadiza Coba, está fully booked este fin de semana de perros ajenos y perturbadores.

Se me ocurrió poner un anuncia en el "RincónReusa", página local de intercambios de cachivaches y servicios. Más o menos algo así cómo:" Cambio casa de fin de semana en la sierra por cuidado de gatos y perra".
Enseguida contestó Raquel solicita, y se le adjudicó el lote: casa, Melet, Blanqui y la Coba.
Hasta ahí, todo más o menos bien.
Pero, aprovechando la circunstancia del viaje, se me dirigió una chica amable pidiéndonos llevar  un gatito de un centro de acogida de gatos a sus padres adoptivos en Barcelona.
No pudo ser, no por falta de ganas, sino por las duras condiciones que pone Adif al transporte de animalitos en el Ave (traduzcase en muchos €).
El caso es que Ana, nuestra amiga del Rincón Lento y de mucho más cosas interesantes en Guadalajara, comentó que qué pena, con la crónica tan interesante que podría haber hecho del viaje del joven felino en compañía  del sombrero .
¿Me imagináis bajando del tren con tamaña sombrerera en una mano y una jaulita de gato en la otra?
Digno de "Madame Tutti Putli".
Me ha dado una idea, y voy a hacer una crónica del viaje de mi sombrero durante estos días de asueto familiar.
¿Me seguís?