Y mientras, o antes, o después, te paseas por los tenderetes y miras todo lo que te da la gana. No estan atendidos, si quieres comprar o preguntar algo tocas un llamador y viene el que esta de guardia a atenderte. Todo el rato acompañado de un jazzito a muy poco volumen, y sin empujones ni prisas, habiendo dejado colgado, ademas, el abrigo y el paraguas en el perchero del cafetín. Una delicia, cuando vengais a esta ciudad no os lo perdais, yo os digo donde esta.lunes, 21 de julio de 2008
De Looier
Y mientras, o antes, o después, te paseas por los tenderetes y miras todo lo que te da la gana. No estan atendidos, si quieres comprar o preguntar algo tocas un llamador y viene el que esta de guardia a atenderte. Todo el rato acompañado de un jazzito a muy poco volumen, y sin empujones ni prisas, habiendo dejado colgado, ademas, el abrigo y el paraguas en el perchero del cafetín. Una delicia, cuando vengais a esta ciudad no os lo perdais, yo os digo donde esta.
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