Llega la difícil hora de la siesta. Dificil porque hace un calor de mil demonios y no hay dónde tumbarse a la sombra. Cuando ya vamos cerrando los ojitos en nuestros "horrores floridos" llega la alarma.
Fue un rato divertido, los perritos pasan de mano en mano, y al final se quedan al cuidado de unas encantadoras niñas por un tiempo.
Se asientan los grupos de trabajo. El nuestro el de la posible envasadora, no llega a ninguna conclusión en firme, pero queda de manifiesto que necesitamos encontrar una solución a la legislación actual sobre las conservas artesanas. Y el primer paso a dar , podría ser esta envasadora común que, no solamente resultaría más económica que envasar cada uno por su cuenta, sino que sería un excelente motivo para vernos y hablar del tema.
Se ha levantado un vientecillo helador y nos apretamos en la plaza de la Iglesia , al calor del espectáculo del malabarista. Unas risas y corriendo a ponerse toda la ropa que llevamos en el coche. Unos bocatas en el bar, con una grata conversación. y.. ¡Fiesta!.. nos vemos "Este y yo" entero, aunque ya cansados, no nos apetece bailar mucho. Oootra cervecita en el bar con Fernando & family & friends, y ..ootra vez a la fiestuqui. Todos están bailando con el "Diablo cojuelo". A mi se me van los pies detrás de la música, pero todavía nos queda el camino a Las Navas, a casa de María, que no nos lo sabemos muy bien y es de noche. Así que nos marchamos. Noche de lujo en casa de María. Por la mañana desayuno casero y esperando a Godot, que en este caso son los pobladores rurales que vienen de excursión al pueblo. Pasaron una hora y dos y tres y nos llegaban. Cuando ya nos íbamos.. tatchan.. están aquí. Visita rápida al museo etnográfico, el lavadero, la fragua y el horno de pan. Todo gracias a la asociación local de voluntarios. ¡qué envidia!Un gran aplauso para los vecinos de los pueblos de la Sierra del Alto Rey.. se lo merecen
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