


Como empezaba a llover en nuestra finquita canaria de Marzagan, y no nos podíamos llevar a nuestros amigos animalitos, nos fuimos para el Sur.
Por esta maldita autovía que costea la isla , atascada de coches y sin apenas salidas al mar.
Después de aparcar ,Después de franquear la zona "shctroumpf-du-cul", llegamos a las dunas.

Plouf.. y a otra cosa mariposa.


Parque de enanitos , con un sentido recuerdo al paso de unos niños saharauis.
El último día, lo reservamos a vaguear por Vegueta, que, como dice Felix Albo, es una delicia.
Añadimos algunas enseñanzas a nuestra ignorancia (por ejemplo que Canarias, viene de Canes, y significa isla de los perros, y que solo por eso ha merecido la pena el viaje.
El Barito se sintió marino por un instante y se quedó conversando con dos loritos altamente hartos de manoseos turistas en el museo de Colón.
El canario, muy recomendable, con buena información de la vida autóctona

Queremos volver, por sus paisajes grandiosos, por sus encantos, por el carácter de sus gentes y lo acogedor de sus casas de piedra.