Volvimos a tener un fin de semana activo. Gracías al entrañable Pep Gómez y la preciosa Mina Liberata. Llegados de Cataluña y de las montañas suizas. Fue en el centro social de Campillejo (¡qué frío pasamos!) desangelado y descuidado. Pero enseguida nos llegó el calor con Mina, su roja cabellera, su voz y su acordeón. Y el Pep lo llenó todo de magia y de pajaritas. De humor y de ternura.
Lo mejor después. Ya al calor del café de Maribel, las risas, el queso y el jamón. Y aún más. Después en casa, recogiditos frente a la estufa. Las hierbecitas y la hor
a bruja de las confidencias.
Lo mejor después. Ya al calor del café de Maribel, las risas, el queso y el jamón. Y aún más. Después en casa, recogiditos frente a la estufa. Las hierbecitas y la hor
A la mañana siguiente, desayuno entre risas. Y Mina nos llenó el desván de acordeón y de cabellera roja. El Pepe le regaló al Barito una gamba de papel. La tengo en mi jaula poética, haciéndole compañía al zapatito de tacón de color rosa.
¡Qué suerte tenemos de conocer gente siempre tan estupenda. Espero que vuelvan. Que vuelvan todos, aunque nos llenen la casa de acordeón, de gambas, de leones, y de ternura.
¡Qué suerte tenemos de conocer gente siempre tan estupenda. Espero que vuelvan. Que vuelvan todos, aunque nos llenen la casa de acordeón, de gambas, de leones, y de ternura.